martes, 14 de septiembre de 2010

Palabras de ayer

Ordenando la biblioteca se me dio por revisar dentro de los libros, ya que suelo guardar papeles, fotos, recortes de revistas que luego olvido que existen. Y dentro de El libro del Fantasma, de Alejandro Dolina, encontré un manuscrito mío con fecha del 10 de septiembre de 2002.
“Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos. Este es uno de esos días.”
Así empieza La Resistencia de Ernesto Sábato, quizás su libro más esperanzado, sobre todo si se lo compara con Antes del fin. Pero no lo cité por cuestiones literarias. Mi intención es otra: que me ayude a recordar. Hoy al levantarme me sentí exactamente así. Y no quiero olvidarlo. Hoy tengo la certeza de que, si realmente me lo propongo, puedo tomar las riendas de mi vida. Eso no quiere decir que no me equivoque. Puedo equivocarme. Por extraño que parezca, cometer errores parece ser parte de la naturaleza humana (que ironía, casi escribo la palabra humana sin h). Una gran periodista dijo en una ocasión: “Todos tememos al fracaso. Todos somos inseguros. Es lo que nos hace humanos.” Esas palabras encierran una gran verdad. El fracaso es una posibilidad. Pero si no lo intento, el fracaso será la única posibilidad. Y el ser humano no está hecho para el fracaso, sino para intentar alcanzar el éxito en cualquier empresa que emprenda, ya sea grande o pequeña.
Me alegra haber encontrado un recordatorio que en ocasiones me hace mucha falta, y que sigue vigente. Sólo quisiera hacerle una corrección: alcanzar el éxito no debe quedar sólo en el intento. Porque “lo intenté” es el consuelo del que fracasa, y no es esa mi intención, ni la de nadie. Es bueno saber que una esperanza demencial puede ser nuestra compañera en el camino. Creo que es importante recordar que no siempre estará con nosotros, pero eso no significa que debamos apartarnos del camino que nos llevará al éxito. Tarde o temprano la esperanza que creíamos perdida acabará regresando.
Hasta la próxima.
Lois Lane en Bajo un sol amarillo, una novela de Clark Kent 

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