lunes, 28 de junio de 2010

Un método de combinaciones transgresoras


“Los limites que tienen las personas, las empresas y las organizaciones para alcanzar el éxito están determinados por su apego a reproducir moldes”

Que tienen en común los videoclubs, las canchas de paddle, las parrillas y los ciber? Que todos fueron negocios que hicieron furor en algún momento, y que todo aquel que pudo puso uno igual a los otros. Hoy los negocios de estos rubros quedan cada vez menos. Que un negocio sea exitoso en un momento determinado no significa que al repetirlo en otro momento, en otro lugar y con otras circunstancias se logre el mismo éxito. Lo más probable es que el mercado ya este saturado de estos clones de negocios y el resultado no sea el esperado.
Si al pensar en realizar un emprendimiento nos limitamos a repetir formulas gastadas por el temor de que un negocio basado en ideas nuevas no serán exitoso, esta conducta nos llevará al fracaso. Pero si realmente queremos alcanzar el éxito, es imprescindible decidirnos a actuar de manera diferente y comprometernos con un cambio radical. DEBEMOS ROMPER NUESTROS LÍMITES. Esa es la primer y quizás más importante lección que nos brinda
La guía del emprendedor: Combinaciones transgresoras para crear un negocio único, de Hernán Herrera y Daniel Brown. Partiendo de la premisa que si hacemos lo que siempre hemos hecho, lo que han hecho los demás o lo que ha hecho el líder, nunca llegaremos más allá, los autores proponen dar un paso adelante para crecer, aprender, experimentar, desarrollarnos y lograr resultados extraordinarios, rompiendo con la uniformidad y transgrediendo las formulas conocidas.
A partir de diversas técnicas los autores nos guían en el desarrollo de un inventario personal de nuestros conocimientos, fortalezas, y gustos personales, para combinarlos una manera completamente nueva y diferente, y así poder transferir esos conocimientos a otros ámbitos para dar lugar a un nuevo enfoque. Para ponerlo gráficamente, es como aprender a dar vuelta un caleidoscopio para formar una nueva combinación de formas y colores, con aplicaciones prácticas para lograr una situación laboral ideal para cada uno. La guía del emprendedor es un libro que sin duda lo dejará pensando. Vale la pena leerlo y releerlo. Hasta la próxima.

martes, 22 de junio de 2010

Carpe diem



Para que contar el tiempo que nos queda
Para que contar el tiempo que se ha ido
Si vivir es un regalo y un presente
Mitad despierto, mitad dormido.
Andrés Calamaro

“Hay que tener claro que se puede ser creativo en cualquier lugar y que hay que saber aprovechar los momentos. (…) Aproveche sus tiempos muertos y haga algo productivo”
Sergio Bulat, El arte de inventarse profesiones, Empresa Activa

Me imagino que debe haber mucha gente con ganas de hacer cosas creativas, diferentes a las estructuradas tareas laborales. Pero la excusa para no hacerlas es siempre la misma: ¡No tengo tiempo! En su libro
Ilusiones, Richard Bach dice Justifica tus limitaciones y ciertamente las tendrás. Tiempo hay, solo hay que saber encontrarlo y saber administrarlo.
¿Qué es más difícil? ¿Administrar dinero o administrar el tiempo? Seguramente si un amigo en apuros recurriera a nosotros para pedirnos dinero, se lo daríamos si está a nuestro alcance ayudarlo, pero si nos dijera que nos necesita disponibles por ocho o más horas, cual sería nuestra respuesta? Difícilmente alguien pueda prescindir de ese tiempo.
¿Por qué tanto hincapié en la administración del tiempo? Porque es lo más valioso que tenemos. No puede ser ahorrado de la misma forma que el dinero. Podemos perderlo, pero no recuperarlo. No se puede comprar el tiempo. Nadie sabe cuanto tiempo va a disponer. Por eso no hay que desperdiciarlo, hay que aprovecharlo siempre que sea posible. Yo tengo por costumbre llevar un libro a todos lados. Si tengo que viajar en subte o en colectivo, hacer cola en el banco, o permanecer en una sala de espera del médico, siempre puedo aprovechar estos “tiempos muertos” haciendo algo que para mí es sumamente placentero. Cuando leo me sumerjo en otros mundos, conozco historias, me emociono o aprendo algo nuevo.
También tengo la costumbre de llevar una libretita en mi mochila para anotar todo lo que se me pueda ocurrir. Parte de esto, por ejemplo, lo escribí en un colectivo. Y no estaba cómodamente sentada. Estaba parada y con un caño clavado en la cadera. No es muy cómodo escribir así, pero la inspiración puede aparecer en cualquier momento y lugar, y tampoco conviene desperdiciarla.
No se confundan.
No estoy diciendo que sea una obligación llenar con una actividad cada minuto de nuestras vidas. Nadie quiere vivir así, y sin embargo, muchos lo hacen. Solo que en vez de llenar el tiempo con actividades placenteras, la llenan con obligaciones. El ritmo de vida acelerado al que nos hemos acostumbrado nos lleva cada vez más a resignar lo que queremos por lo que debemos hacer. El trabajo suele ser nuestra prioridad (más por necesidad y por obligación que por el deseo de hacerlo) y muchas veces debemos resignar tiempo con la familia, con los amigos, con la pareja, y hasta con nosotros mismos, por cumplir con nuestras obligaciones en tiempo y forma.
Y gracias al afán de necesitar cumplir con todas nuestras obligaciones, también terminamos resignando tiempo de descanso. Todo lo cual nos lleva a padecer problemas de salud.
Creo que para mejorar nuestra calidad de vida es imperativo lograr un saludable equilibrio.
Aprovechar nuestro tiempo no significa agregar más obligaciones a nuestra ya apretada agenda, sino aprovechar mejor el tiempo que disponemos.
Si tenemos dudas sobre que nos conviene hacer, siempre conviene preguntarse primero, que es lo que nos hace sentir mejor. Segundo, que mejora nuestra calidad de vida. Y tercero, como repercuten nuestras decisiones en nuestra vida y en la de los demás.
Hay momentos que conviene aprovechar para ser productivos y creativos, y otros para descansar y reponer energías. Aprovechar un día también puede ser no hacer absolutamente nada, si eso es lo que deseamos. Un día de descanso también está bien aprovechado, si lo necesitamos. Les confieso que eso es lo que hice el feriado de ayer. Hasta la próxima.

viernes, 11 de junio de 2010

Locos por el fútbol


Nadie es ajeno a la fiebre del mundial, y nos guste o no, a partir de hoy y durante el próximo mes, voluntaria o involuntariamente, veremos fútbol, oiremos hablar de fútbol, leeremos sobre fútbol, compraremos fútbol (para muchos el merchandising es irresistible) y respiraremos fútbol hasta el cansancio. No sé como se manejan en otros países, pero aquí en Argentina, el fútbol está tan arraigado en nuestra cultura y en nuestra identidad, que incluso se han flexibilizado las normas en instituciones como escuelas y empresas para incorporar un televisor los días que juega la selección argentina, para evitar el ausentismo de alumnos o empleados, porque está comprobado que no existe razón ni castigo en el mundo que nos persuada de perdernos un partido de nuestra selección a cambio de cumplir con nuestras responsabilidades. Y no es por falta de responsabilidad, sino por la manifestación de una pasión incontrolable.
Más allá del gozo de los triunfos, de la bronca de los empates y del sufrimiento de las derrotas (propias o ajenas) que veremos (y sufriremos) en los próximos días, como emprendedores podemos aprender una valiosa lección de la selección: si bien es cierto que a veces existe una dosis de azar y otro poco de suerte, si obtienen el triunfo es gracias a un enorme esfuerzo y
trabajo en equipo. Esta es hoy en día y será también en el futuro una habilidad fundamental para sobrevivir en el mundo laboral. Esto es, y será válido para el trabajador en cualquiera de sus formas: autónomo, cuentapropista, empleado en relación de dependencia, o emprendedor.
En un equipo de futbol
todos son importantes, ninguno de los jugadores como individuos, por más talentoso que sea, podría enfrentar al rival por sí solo. Sólo si cada uno pone lo mejor de sí mismo para beneficio del equipo lograrán obtener la victoria. Sumando y combinando las habilidades, destrezas y talentos de cada uno, logran formar un equipo en el cual el todo es mucho más que la suma de esas individualidades. Tener o desarrollar esta habilidad de formar parte de un equipo eficiente nos da una ventaja competitiva en cualquier área en la que deseemos desenvolvernos. Incluso si somos emprendedores, el trabajo en equipo con otros puede ser vital para que nuestro emprendimiento sea sustentable. Como deseo personal, espero que nuestra selección lo recuerde y lo aplique a la hora de salir a la cancha. Y ahora, si me disculpan, corro a ponerme mi camiseta. Hasta la próxima.

martes, 1 de junio de 2010

Las aventuras de Johnny Bunko



“¿Que hago aquí? Estoy aburrido…desganado…siento que estoy desperdiciando mi vida…Debe haber otro camino”
Eso es lo que piensa en voz alta Johnny Bunko una noche que debe quedarse en Boggs, la empresa donde trabaja en el sector de finanzas, revisando los números de una pila de planillas.
Johnny es un joven que siempre hizo lo que sus padres y maestros le aconsejaron para su carrera y su vida. Pero al acabar estancado en un trabajo rutinario que odia, sospecha que no tomó la decisión correcta al estudiar administración como le aconsejaron su padre y su asesor vocacional en vez de estudiar historia del arte, que era lo que el deseaba hacer.
Esa noche al separar los palillos de su comida japonesa aparece ante él Diana, una especie de hada madrina que esta dispuesta a ayudarlo a no desperdiciar ni su carrera ni su vida. Diana sabe que Johnny no es feliz en su trabajo y que no encuentra satisfecho como le van las cosas.
“He estado merodeando por oficinas cincuenta años. He visto a algunos triunfar y a otros sucumbir totalmente. Y he descubierto que se necesita. Las lecciones mas importantes para tener una carrera satisfactoria y exitosa.”
Diana le propone a Johnny enseñarle una nueva lección cada vez que él separe un par de palillos. Las lecciones que Diana le enseña a Johnny y a sus compañeros de Boggs son sencillas, llenas de contenido y válidas tanto para un trabajador en relación de dependencia como para un autónomo.
Las aventuras de Johnny Bunko de Daniel Pink y Rob Ten Pas, es “el primer libro empresarial con formato de manga”. Si bien el soporte utilizado es poco convencional para un libro que esta pensado para dar orientación sobre como tener éxito tanto en el ámbito profesional como en el personal, este mismo formato hace que su lectura sea sencilla, amena y fácil de recordar.
Como bono extra hay una breve continuación donde vemos aparecer a Diana nuevamente en las oficinas para brindar a Johnny Bunko y a sus compañeros una lección más. Esta continuación se realizó a través de un concurso y se puede descargar gratuitamente en la página
http://lessonseven.wordpress.com/ Está en inglés, pero más adelante intentaré hacer una traducción. Ja, mata. (Hasta luego)

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