Me pareció buena idea contar esto para inspirar a otros a buscar sus propias ideas para iniciar un emprendimiento. Las ideas de negocios pueden surgir en cualquier lugar y momento.
Todavía me cuesta creer que ya pasaron dos meses desde que dejé de correr de un lado a otro para llegar a tiempo con los preparativos de mi casamiento. Aunque me volvía loca, debo reconocer que hasta llegué a extrañarlos: ya me había acostumbrado a correr todos los días para poder cumplir con todos los compromisos de mi apretada agenda, y de golpe, mi agenda se quedo vacía. Tuve tiempo para ir al supermercado si quería, pero no era tan interesante como ir a pruebas de vestido/peinado/maquillaje o tan divertido como elegir el cotillón o los muñecos de la torta.
Cómo fue que decidí ser en mi propia Wedding Planner? Gracias a una serie de circunstancias que se dieron todas a la vez: Tenía tiempo para dedicarle a la organización del evento, quería invertir mi presupuesto en otros rubros, y no me gustaba la idea de delegar la organización de mi casamiento en otra persona. A todo eso se le sumó que tenía en algún rincón de mi mente las clases de la materia de organización de eventos del curso de profesional gastronómico (algo olvidadas, pero servían igual) y a eso le agregué un breve curso de Wedding Planner que hice para darme más confianza y seguridad. Además, me reuní con varias Wedding Planner con experiencia para que me den algunos consejos, y asistí a todas las reuniones de novias/casamientos que pude.
Al final todo se redujo a invertir tiempo y paciencia, dos cosas que nunca me sobraron pero que tuve que aprender a administrar. El casamiento salió fabuloso, y sólo lamento no poder hacerlo de nuevo. Pero eventos para celebrar nunca faltan, y ya tengo otro proyecto en que ocupar mi mente: ahora quiero aprender todo lo relativo a la organización de un baby shower para hacerle uno a mi hermana. Hasta la próxima.
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